Fría como una estatua de sal en un mausóleo de cristal seca hasta los huesos por llorar y muerta como puede estar Tiberio en su guacal.
Toda en ruinas como el Partenón sola como terminó Colón, palida como una Mona Lisa, amargada como un limón, arrugada como acordeón.
Como la Esfinge cuando perdio su nariz como Alejandro Magno sin su espada y sin su dardo, como un pobre cristino en pleno Imperio Romano.
Busco algo que pueda contestar porque estoy cansada de pensar como es que transcurren los segundos y yo sobrevivo este diluvio universal. Sin más esfuerzo la explicación aparece en un viejo cajón y como en una sola fracción vuelve a vivir y se viste de verde el corazón.
(CORO)
Vuelve, vuelve vuelve, vuelve, que mi vida se desliza por un caño que mis pies de estar parados tienen callos que no sé como decirte que te extraño y ya en estas he pasado mas de un año.
Vuelve, vuelve, vuelve, vuelve, que mi barca se está hundiendo en el lodo. Que de angustia me he mordido hasta los codos que mi mundo esta vació y aburrido, que me muero por tenerte aquí conmigo.